martes, 1 de diciembre de 2009

El inicio del cuarto año

Hoy inicia el cuarto año de gobierno de Felipe Calderón, con un país sumido en la miseria, con todos los indicios de un estado fallido, lejos de la justicia social, la competitividad y la recuperación económica; en el pasado quedan tres años de inconsistencias, mentiras, promesas incumplidas y pago de facturas políticas en detrimento de la Nación.
Los más oscuros presagios se han cumplido, y ahora tenemos un país que lleva veinte años perdidos en educación, tecnología, productividad y cultura laboral. Peor aún, estamos perdiendo el bono demográfico y la oportunidad de generar riqueza, ahorro y crecimiento para el futuro de nuestros hijos; para colmo, la clase política actual es la más antipatriótica, corrupta e insensible, humana y socialmente, que haya tenido México en toda su historia, con lo que enfrentamos un presente terrible y un futuro ominoso.
Le quedan todavía tres años al gobierno de Calderón y, cuando todo está perdido para él, quiere "ahora sí" reinventarse como gobernante. "No quiero ser un presidente más" dijo en una entrevista. No señor Calderón, es seguro que no será recordado como un presidente más; usted será recordado como el presidente que terminó con la institución presidencial, con su credibilidad, con las pocas fotalezas que le quedaban y con su papel como el conductor de la política y la economía en México. Usted ha entregado al Poder Ejecutivo en manos del Legislativo, poniéndose de rodillas a cambio de cuentas de vidirio: una reforma petrolera que no reformó nada, una miscelánea fiscal que beneficia a los nuevos señores feudales del país, es decir a los gobernadores, en contra de los intereses de las mayorías; una oligarquía rentista que se hace rica a costa del pueblo.
Veremos qué nos depara el destino con un país algarete, sin rumbo ni piloto.