jueves, 27 de noviembre de 2008

Satisfactorio

Como era de esperarse el señor presidente del PAN, Germán Martínez, salió en defensa del gobierno federal para decir que el avance en materia de seguridad es "plenamente satisfactorio", dando una muestra más de cómo nuestros políticos son capaces de tratar de ocultar el sol con un dedo, sin el menos asomo de verguenza. La situación es típicamente propia de la política mexicana: si eres oposición encuentras todos los defectos a lo que se hace, pero si eres gobierno todo está bien hecho.
Curiosamente la gente en general ha dejado de tener confianza en lo que digan, ya sea el gobierno, los políticos o cualquier otro personaje que tenga que ver con vida pública. Para nuestra desgracia nos hemos convertido en un país de cínicos, capaces de burlarnos de nosotros mismo y hacer chistes sobre las cuestiones más lastimosas de la cosa pública.
Como ya lo habíamos adelantado, todos se van a justificar, como ya lo han hecho los senadores, Germán Martínez, los miembros de la judicatura e incluso los encargados de los penales de máxima seguridad. Para todos ellos resulta que todo está bien, no hay nada qué limpiar, mejorar, vigilar o controlar. El asunto es si eso nos parece satisfactorio a los ciudadanos comunes y corrientes que sufrimos las consecuencias de la falta de voluntad política de nuestros gobernantes.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

¿Crimen y castigo?



El día de hoy Nelsón Vargas y su esposa dieron una nueva conferencia de prensa sobre el secuestro de su hija Silvia, que se efectuó hace un año y dos meses, sin que las autoridades judiciales tengan más respuesta con respecto al hecho delictuoso que justificaciones y desmentidos a lo dado a conocer por los Vargas sobre lo realizado en la supuesta investigación del delito, que es, según su dicho, nada.
Este suceso no es nuevo ni único en la historia reciente de nuestra sociedad y refleja tres hechos, por lo menos. El primero se refiere a la impunidad que prevalece con relación a los delitos que se cometen en México; según las mismas autoridades el nivel de denuncia, detención de presuntos culpables y su concecuente castigo es mínimo, lo que deja una gran cifra negra de delitos cometidos y no denunciados, y todavía peor si se toma en cuenta la aprehensión y castigo de los delincuentes. El segundo hecho se refiere a la incapacidad técnica y falta de profesionalismo de quienes se supone deben cuidar de la ciudadanía y castigar a los infractores de la ley. El tercer y último hecho se refiere a la connivencia de las autoridades con las redes de delincuentes, donde han visto un gran filón de ganancias dándoles protección y fabricando culpables para acallar a la opinión pública.
Al final todo se resume en que no parece existir una real voluntad política para cumplir con el primer deber de todo gobierno que es el de proveer de seguridad a sus ciudadanos, como lo pueden atestiguar cientos de miles de personas que han sido afectadas en sus bienes o sus personas. El mensaje es claro para los delincuentes: pueden hacer lo que sea y no habrá castigo por ello. Raskolnikov es un personaje impensable en el imaginario popular mexicano y absolutamente desconocido entre las autoridades de nuestro país.

martes, 25 de noviembre de 2008

El protegido



¿Quién es este hombre que tiene obnubilado al Presidente de a República? O por lo menio eso parece, pues ha realizado una defensa inusitada de su colaborador, casi poniendo sus manos al fuego por él. Genaro García Luna se ha convertido en una piedra en el zapato, que no sólo resta credibilidad a la lucha en contra del crimen organizado sino que hace quedar muy mal al último responsable de esa guerra.
El otrora encargado de grandes responsabilidades en la PGR, Herrera Valles, ha dado pelos y señales de los intrilinguis de García Luna y sus patrocinadores ilegales; el resultado es que ha sido detenido, indiciado y encarcelado por quien está señalando. Es difícil creer que hay pulcritud en quien ha sido el jefe de, por lo menos, cinco altos funcionarios de la PGR, colaboradores cercanos de García Luna, y que supuestamente fueron coptados por los malos, y García Luna no lo supo, no lo intuyó, o no lo persiguió.
Como siempre encontramos que existe una red de protección en torno a alguien que, en el mejor de los casos se da por lealtad, sino es que por complicidad. Esperemos que sea por lo primero y no por lo segundo, lo que supondría que el más alto cargo del país ha sido también infiltrado por el crimen organizado.